viernes, 16 de julio de 2010

Closed eyes. XVIII

-Eres un imbécil-susurré levantándome.

Me miró sorprendido, quizás porque no creía que fuera capaz de insultarle. No me conocía nada...

-Escúchame por favor, nose que pasó, ella se acercó, yo .. estaba algo rayado por la pelea y ocurrió-se excusó agarrándome del brazo. Lo miré con asco y me libré de él.

-Tú siempre tienes excusas para todo-contesté furiosa. Me besó de repente, agarrándome con fuerza la cara. Le pegué en el pecho con furia, quería que me soltara, que me dejara en paz. Bastante había tenido con lo de mi madre, Nico y todo lo demás. Me agarró las manos con fuerza y las puso en su cuello. Un beso con fuerza, con amor, con odio... Luego se volvió adictivo. Despegó su boca de la mía y me volvió a besar, esta vez, permitiéndolo yo. Me abrazó cuando se separó y se lo agradecí, necesitaba consuelo, aunque fuera de él. Rompí a llorar silenciosamente mientras el doctor Smith se acercaba.

Lo miré limpiándome las lágrimas. Me sonrió y negó con la cabeza. Estaba bien, mi madre estaba bien. Me indicó que vendría ahora, primero tenía que hacer unas cosas y yo afirmé con un movimiento de cabeza. Mientras tanto, Thomas me tenía entre sus brazos, pero yo no estaba allí.

Las puertas del ascensor se abrieron y salieron una pareja. Quedaba un hombre... Nico. El mismo corte de pelo, el mismo color de ojos, el mismo tono de piel, el mismo estilo a la hora de vestir. Me miraba divertido, sonriente, seguramente había sido él.

-¿Claire, estás bien?-preguntó Thomas mirándome.

-Podría estarlo más-sonreí falsamente. Corrí hacia el ascensor y entré antes de que se cerraran las puertas. Ahora estábamos él y yo, solos en un ascensor. Necesitaba mis respuestas...

Antes de que se cerraran definitivamente las puertas, vi a Thomas mirarme incrédulo. Sin saber, qué mosca me había picado. Se quedó pensativo durante un par de segundos y me miró con los ojos abiertos. Lo sabía, lo había descubierto...

No hay comentarios:

Publicar un comentario