lunes, 7 de junio de 2010

Closed eyes. XI

-¿Vas a ir a la fiesta que hay este fin de semana?-preguntó Thomas antes de irse.

-No tengo muchas ganas-respondí algo sorprendida todavía.

-Anda vente, verás que guay-intentó convencerme mientras me daba un beso.

Me sonrió y se fue. Cerré la puerta y subí al cuarto de baño todavía sorprendida. ¿Qué había pasado?¿Había pasado lo que yo creía que había pasado? Sonreí y me metí otra vez en la bañera.

Terminé convenciendome que la fiesta no iba a ser tan horrible, y decidí ir. La semana se me pasó volando, gracias a Suzanne y su reciente relación con Corbirock. Tal para cual... vaya dos patas para un banco.

Le conté lo que me había ocurrido con Thomas. No compartía mi alegría ... Me aconsejó que no me hiciera ilusiones, que sólo era un beso. Le di vueltas durante toda la semana, hasta que llegó el día de la fiesta de Adrien.

-Esta noche a las once en mi casa-le dije a Suzanne.-Y traete a Corbirock, si te apetece-dije irónicamente.

-No te preocupes, que irá-comentó feliz.

No se despegaba de él, que baboseo y manoseo ... ¡Puaagg! Vale, que el amor sea de dar abrazos, besos, caricias; pero ellos eran de más. Nose como podían respirar tan acaramelados las veinticuatro horas del día.

Me duché, me vestí, me peiné y me maquillé. Mientras lo estaba haciendo, llamaron al móvil de mi madre. Era el mío ... Lo desarmé y le quité la tarjeta. Me la guardé en el pantalón y al llegar a mi habitación la escondí bajo el colchón.

¿No lo había dado de baja mi madre? Otra vez ese malnacido quería tener bronca .. pues la iba a conseguir.

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