miércoles, 19 de mayo de 2010

Closed eyes. IV

Terminé andando sin un rumbo fijo. Tan pronto estaba en un parque, tan pronto estaba delante de una iglesia. Me daba igual donde terminar, tenía cosas más importantes en las que pensar. Como, por ejemplo, como ocultarle a todo el mundo lo que acababa de pasar o explicar la desaparición de mi móvil.

Maldita sea, por qué me ocurría esto a mí. No tendría que haber quedado con él, pero, ¿quién podría saber que tras el tiempo que lo conocía iba a ser así? Un degenerado, que se aprovecha a la mínima. De repente, me sentí enfurecida. Deseaba volver y partirle la cara, hacerle pasar por el mal trago que me había hecho pasar a mí, pero yo no iba a caer por esto, no. Iba a ser fuerte, y a superarlo yo sola, sin la ayuda de nadie.

Decidí volver a casa, ya me había calmado y tenía planeado lo que iba a hacer. Haría como que me había entristecido perder el móvil, tenía la excusa perfecta para sentirme mal delante de ella. ¿Y la sesión de cine con Karl? Lo sentía por él, pero la tenía que suspender. Yo no estaba para nadie y nadie estaba para mí.

Caminé entretenida, en lo que podrían pensar si se enterasen de lo ocurrido en Navona. Seguramente, sería un escándalo de los que te hacen desmayarte, y seguramente, mi madre lo haría. Antes que pudiera ver a mi madre en la puerta, vislumbré a Thomas mirándome cruzado de brazos.

-Adiós-contesté cuando pasé a su lado. Procuré tener la misma relación que había tenido con él, de hola y adiós. Me agarró del brazo evitando que diera un paso más. Le miré asombrada, a medida que él se iba enfadando gradualmente.

-¿Qué pasa con tu móvil? Te he estado llamando un par de veces-preguntó ligeramente irritado.

-Lo he perdido-contesté con voz neutral.- ¿Querías algo en particular?-le miré con indeferencia.

-Eres una puta borde-contestó enfadado.

-Y tú un idiota-respondí sin alterarme.

-Mal criada-contestó acercándose a mí. Retrocedí un par de pasos y le miré con miedo. ¿Qué iba a hacer?

-Tengo que irme-y me marché rápidamente. Antes de entrar en casa, observé como seguía allí de pie, asimilando lo que había pasado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario